Es un término que copio de
una entrada que encontré en internet, y me encantó. Si el hecho de
compartir con otros experiencias, o
regalarlas, ya es estupendo, si ya encima por lo que apuestas es por vivir una micro-aventura, es como
se dice "alucinante".
Regalar una experiencia es un muy
buen regalo, es como un secreto, algo que solo va a permanecer en la cabeza de
las personas que lo viven, y para regalar una, no hace falta ni siquiera
gastar mucho dinero, pero si planificarlo con interés. Pero regalar Micro-Aventuras, es ya algo muy especial, se
le añade el valor de lo inesperado,
de lo casi mágico, cambia el rumbo de tu día planeado, sacando entradas para un
concierto a una hora de que empiece, o tomando un destino diferente al que
tenías por la autopista, o llenando tu casa de plantas, o buscando una excusa o
una no excusa para celebrar algo, o... tirarte a la piscina vestido, ...
es vivir. ¿Hay algo que no hayas hecho? ¿hay algo que tú, o la persona a
la que quieres no ha probado?
Lo importante no es el contenido es la
cantidad de magia que contenga
Empieza por
"desplanificar" un fin de semana, y tal vez salga una micro-aventura.
Reconozco que no puedes estar
mareando a tus hijos, a tu familia o tus amigos, improvisando
"locuras" e implicándoles (aunque sea fascinante), pero no dejes de
sorprenderte a ti mismo, rompiendo tu discurso, y apuesta por llenar tu vida de
experiencias.
"No
fabriques fantasias cuando quieras realidades" Odin
Dupeyron
Experiencias y micro-aventuras. ¡A vivir!
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